En el Hospital José Manuel de los Ríos, principal pediátrico del país, resuena con fuerza la crisis de salud que atraviesa Venezuela. Aunque en 2014 la Contraloría General de la República advirtió el deterioro de su infraestructura y alertó sobre el déficit de médicos, insumos y equipos en varios de sus servicios, las carencias han aumentado. Como consecuencia, la atención a los pacientes —niños, niñas y adolescentes— ha desmejorado dramáticamente. Las voces del JM, proyecto desarrollado por La vida de nos en alianza con Prepara Familia y Cecodap, es un compendio de historias de personajes que han debido convivir allí: son quienes han sentido en carne propia la debacle y quienes hacen cuanto pueden para sortearla.
con el apoyo de
El contenido de este microsite es responsabilidad exclusiva de La vida de nos, Prepara Familia y Cecodap, y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea y de Save the Children, organizaciones que brindaron apoyo para su realización.
Mención especial en la IX edición del Concurso Nacional de Periodismo de Investigación del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), capítulo Venezuela
Nominados al premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2019 en categoría Texto
Eimily Aguiar, Judith Bront, Ángela Reyes y Suly García encarnan la férrea lucha por la vida que se da en el Hospital J.M. de los Ríos. Les ha tocado sufrir las graves enfermedades de sus hijos y, además, batallar con todo tipo de carencias. Sus historias de heroísmo esconden, a la vez, la gran derrota del sistema público de salud en Venezuela.
Para Juan José, Edenny, Carlisbeth y Niurka el Hospital J.M. de los Ríos ha sido su segunda casa. Allí han crecido y, a sus cortas edades, han tomado conciencia de la finitud de la vida. Con lucidez, evocan los momentos que los ha marcado durante su estancia en el pediátrico y rememoran aquello de lo que han sido testigos mientras se aferran a la esperanza de sanar.
Federico Borges, Adriana Urdaneta, Edgar Sotillo e Ingrid Soto son médicos venezolanos y trabajan en distintos servicios del Hospital J.M. de los Ríos. A pesar de sus menguados salarios y de las numerosas limitaciones que diariamente deben enfrentar para ejercer su profesión, ellos se las ingenian para, con entereza, seguir allí procurando sanar niños.
Diana Durán, Gledys Briceño, Ninoska González y Zaida Villarroel han pasado buena parte de sus vidas en el Hospital J.M. de los Ríos. Son testigos de cómo en los últimos años el pediátrico se convirtió en un edificio minado de dificultades. Ellas, como muchos otros, se abocan a brindarles apoyo a niños, familiares y médicos para que su permanencia allí sea más amable.